Los conductores de autobuses deben estar alertas al operar un autobús comercial para una empresa como Greyhound o un autobús municipal para una entidad gubernamental local o un distrito escolar. Desafortunadamente, a veces los conductores de autobuses se ponen al volante mientras están bajo la influencia del alcohol u otras sustancias intoxicantes, causando desastres para ellos mismos, sus pasajeros y otras personas en la carretera.
Los accidentes de autobús por conducir ebrio en Grapevine pueden ser la base para litigios civiles contra los conductores ebrios, sus empleadores y otras partes responsables. Cuando resulte herido en un accidente de este tipo, busque la ayuda de un abogado experimentado en accidentes de autobús que pueda ayudarlo a luchar por la compensación justa que merece.
Leyes de conducir ebrio para conductores de autobuses en Grapevine
Según la ley de Texas, es ilegal que los conductores operen un vehículo de motor si su concentración de alcohol en la sangre (BAC) -un indicador de cuánto alcohol hay en su cuerpo y potencialmente afectando su función física o cognitiva- es igual o superior al 0,08 por ciento. Sin embargo, para las personas que tienen licencias de conducir comerciales (CDL) y operan vehículos comerciales, el límite legal de BAC es del 0,04 por ciento.
Conocer estos límites es importante ya que los conductores de autobuses en Texas son considerados “conductores comerciales” bajo las leyes de DUI. Por lo tanto, los estándares para lo que constituye “conducir ebrio” son mucho más bajos para las colisiones de autobuses en Grapevine que para otros accidentes automovilísticos. Además, incluso cuando el conductor del autobús no superó el límite legal o no fue acusado de DUI después de un choque, demostrar que estaban intoxicados de alguna otra manera -por una sustancia controlada, un medicamento recetado o incluso por simple fatiga- podría justificar una demanda civil.
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¿Quién es responsable de un accidente de autobús por conducir ebrio?
Puede parecer sentido común asumir que el conductor de autobús que elige conducir su autobús mientras está intoxicado es la única persona responsable del accidente y las lesiones subsiguientes que causan. Sin embargo, si bien es cierto que conducir un vehículo comercial mientras se está ebrio ciertamente califica como negligencia legalmente punible, no es cierto que el conductor de autobús ebrio sea la única persona que pueda ser responsable de las lesiones de la víctima.
Según la doctrina de respondeat superior, a menudo es posible responsabilizar a la empresa que empleó al conductor de autobús ebrio por su conducta negligente. De hecho, a veces los accidentes de transporte público en Grapevine se derivan parcial o incluso principalmente de la negligencia de una empresa de autobuses o una entidad gubernamental, por ejemplo, cuando la empresa contrata a alguien con un historial de condenas anteriores por DUI o no realiza ningún tipo de verificación de antecedentes antes de contratarlos.
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Los conductores ebrios ponen en riesgo a todos los que los rodean en la carretera. Sin embargo, los operadores de transporte público intoxicados van un paso más allá, poniendo a sus pasajeros en peligro de sufrir lesiones graves a largo plazo. Cuando alguien le causa daño al operar un autobús bajo la influencia del alcohol o las drogas, tomar medidas legales contra ellos y su empleador es vital para proteger sus mejores intereses a largo plazo.
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